domingo, 10 de enero de 2010

CONOCIENDO AL DIOS VERDADERO

CONOCIENDO AL DIOS VERDADERO

CAPITULO # 1

EL DISCIPULADO

El más grande propósito de Jesús es que le conozcamos. Si le conocemos, conoceremos al Padre.
Como Él dijo:
Si me conocierais, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora lo conocéis y lo habéis visto. Juan 14:7

Juan también escribe:
Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. 1 Juan 2:13

¿Cómo pudieron conocerlo?
Dice:
A Dios nadie lo ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer. Juan 1:18

Por eso también dice:
…El que me ha visto a mí ha visto al Padre... Juan 14:9

Entonces ¿A quién o qué representa Jesús?
La Biblia dice:

En el principio creo Dios los cielos y la tierra, la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Génesis 1:1,2

¿Qué podemos entender con desordenado y vacío? Que no hay nada en el lugar donde debería estar. Que aquello sería como un lodazal o un lugar pantanoso, una vacuidad.

Ahora bien, ¿Por qué razón aquello estaba desordenado y vacío?
Porque el Espíritu solamente estaba SOBRE las aguas, no estaba EN LAS AGUAS.

Cuando Dios dice: Sea la luz. Génesis 1:3. Fue la introducción del Espíritu en la materia, esto es, el positivo hace contacto con el negativo, o sea la vida hace contacto con lo muerto. O lo que es lo mismo, un cable de corriente positivo con uno negativo provocando un fogonazo.

De aquella acción surge: La imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Colosenses 1:15
Del cual dice:
En ÉL estaba la vida, y la vida, era la luz de los hombres. La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la dominaron. Juan 1:4, 5

La luz verdadera que alumbra a todo hombre venía a este mundo. Juan 1:9

Por eso Jesús dijo:
Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. Juan 12:46

Este Jesús, el cual dice es la luz, fue aquel que surgió con el contacto del Espíritu con la materia, por eso Él es la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15). Por eso nosotros hemos sido creados con materia y espíritu o sea a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1: 26).
Cuando un hombre o ser humano no ha recibido a Jesucristo en su vida, este está desordenado y vacío, pues; el Señor es el Espíritu y donde está el Espíritu de Señor, allí hay libertad (2 Corintios 3:17).

¿Libertad de qué?
De las tinieblas, de las ligaduras demoníacas, de todo vicio y maldad.

Cuando el Espíritu de Dios entró en la materia, esta saltó a vida y a cada orden que el Hijo creador le dio, surgía para vida.

Por eso el que anda en delitos y pecados está muerto (Efesios 2.1). Aunque vaya caminando por el mundo. Simplemente que en su interior hay una pequeña chispa espiritual de Dios, la cual funciona como el piloto que tienen las cocinas industriales a gas, que cuando se abre la llave del gas, se enciende el quemador. Es igual cuando una persona le abre el corazón a Jesús. Él actúa como un gas que enciende aquel corazón y el fuego de Dios le arde por dentro, y ese fuego o luz comienza a ordenar a aquel ser.

Por eso dice:
Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él. 1 Juan 1:5

Porque Dios, que MANDÓ que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestro corazón, para ILUMINACIÓN DEL CONOCIMIENTO de la gloria de Dios en la FAZ de Jesucristo. 1 Corintios 4: 6.

Ahora bien: Nosotros somos espíritu, alma y cuerpo. Cuando procedemos a tomar alguna acción para realizar alguna labor; es el espíritu que mora dentro, el que tiene el primer acto, este pasa al alma y el cuerpo lo ejecuta.
Si el alma no lo desea, el cuerpo no lo ejecuta, aunque lo haya sentido en el espíritu.

Si nosotros somos así, esto es tres manifestaciones de una persona, es obvio saber que así es Dios.
Dios es espíritu, pero ese espíritu tiene un alma, la cuál es el verbo, este verbo se le designa el titulo de Hijo, pero este Hijo no podía llevar a cabo los designios de Dios el Padre, el cual es el Espíritu, sin un cuerpo.

Por eso Hebreos dice:
He aquí que mediste cuerpo para hacer tu voluntad. 10:5, 7

¿Por qué Dios tuvo que hacerse un cuerpo?
Para ejecutar lo que en el Espíritu había pensado hacer, y si usamos el término pensar, es porque además del Espíritu hay una mente , o alma, pero estas dos manifestaciones necesitaban el cuerpo, que sería la tercer manifestación.

Aunque en el principio era el verbo y el verbo era Dios (Juan 1:1); el verbo se hizo carne (Juan 1:14).

El Señor se presentó ante ellos y les dijo:
¿Porqué estáis turbados y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo.
Lucas 24:38, 39.

Jesús habló de aquella gloria que tuvo con el Padre antes de que el mundo fuera (Juan 17:5).
Pero ¿a qué gloria se refería?
Sabemos que Jesús esta en luz inmarcesible (1 Pedro 1:4), esta luz es la misma que surgió a la orden: Sea la luz (Génesis 1:3), o sea que ahí se formó el cuerpo de Dios; materia y espíritu, en el cual se asentó el alma, quien es el verbo, con lo que a partir de ahí empezó a dar las ordenes de: sea esto, sea aquello, sea todo ser viviente, plantas y fruto.

Es en aquella gloria (o sea luz), en la cual estaba Jesús, porque aunque no se le conocía con el nombre de Jesús, ya Él estaba ahí.

Por eso dice Isaías:
En el año en que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado en un trono alto y sublime. Isaías 6:1

Si nosotros estudiamos qué significa el término Señor, nos daría como resultado que es: Dios, Amo, Dueño, Hacedor, Rey, Soberano, Padre eterno, etc.

Por eso Él dice:
Antes que Abraham fuera, yo soy. Juan 8:58

Pedro, Jacobo y Juan pudieron ver su gloria cuando Él se transfiguró en el monte. Esa era la gloria que tenía con el Padre, pero Él no podía venir para redimir con esa gloria, porque en vez de dar vida, habría quemado todo; pues su potencia es tal que nadie puede entrar en carne y sangre donde Él está, y menos soportar su presencia.
Prueba de esto fue cuando al preguntar por Él la noche de su arresto, todos cayeron postrados; al verbo, YO SOY.

Esa gloria que Él tenía tuvo que ser cubierta con un cuerpo de carne y huesos.
Más sin embargo ese cuerpo al morir y resucitar adquirió glorificación mayor. De la humillación a la exaltación, aunque Él no necesitaba de eso para mostrar su gloria, como lo hizo en aquel monte. Ahí mismo pudo haber subido al cielo.
Al ser Jesús materia y espíritu, no tenemos ninguna diferencia con Él, nosotros también somos materia y espíritu.

Por eso cuando Dios dijo: Hagamos al hombre, no quiere decir que ahí habían dos personas hablando, sino que el espíritu con el alma planearon esa creación y el cuerpo llevó a cabo aquella orden. Por eso yo no puedo hacer nada, si el espíritu no me da que lo haga. Muchas veces uno dice: hagamos, como si estuviéramos hablando con alguien más; lo cual en realidad es el espíritu que mora en nuestros corazones, que habla a nuestra alma.
A pesar (recalco) de ser espíritu, alma y cuerpo, no somos tres personas, así es Dios.

Dios, el Espíritu, Él es el Padre.
El Hijo es el alma de Dios.
El cuerpo es la representación visible del Padre y del Hijo, por eso dice:
En Él habita toda la plenitud de la divinidad. Colosenses 2:9

Toda la plenitud sería que en Él, está el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Entonces como en Él habita toda la plenitud de la divinidad, es a Él, con nombre incluido, a quien debemos de adorar, pues si lo hacemos, automáticamente estamos adorando al Padre.
Por eso dice:
Adórenlo todos los ángeles de Dios. Hebreos 1: 6

Además hablando del Hijo dice:
Tu trono, Dios, por los siglos de los siglos. Hebreos 1: 8

Cuando Jesús dijo:
Padre nuestro que estas en los cielos… debiéramos de preguntarnos ¿Qué son los cielos? La respuesta sería: los cielos es todo, y en ese todo esta el Espíritu de Dios, el cual es Padre. Este Espíritu fue el que engendró en María (Lucas 1:35); por eso Él dijo: Padre nuestro, puesto que es el Espíritu el Padre de Jesús.

Cuando Él decía: Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí, es lo mismo que dijera; yo estoy en el Espíritu y el Espíritu esta en mí.

Jesús dijo: El que es engendrado de la carne, carne es, pero el que es engendrado del Espíritu, espíritu es.

Pablo dice: EL SEÑOR ES EL ESPÍRITU. 2 Corintios 3:17
Y ¿Quién decimos nosotros que es el Señor? Nosotros decimos que Jesús es el Señor.
Por tal razón no podemos separar a Jesús de Dios, porque Él es Dios.
A ellos también pertenecen los patriarcas, de los cuales, según la carne, vino Cristo, EL CUAL ES DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS, bendito por los siglos. Amén. Romanos 9:5

Si el apóstol dice: En Él habita toda la plenitud de la divinidad. Colosenses 2:9; debemos saber que el universo en sí está representado en Él y sostenido o sustentado por Él. (Filipenses 2:6, 11; Hebreos 1:3).
Él es lo visible de lo invisible, o sea el representante visible de Dios. Por eso Él dice:
Mi Padre y yo uno somos.

El espíritu y el alma conforman un todo, y ese todo mora en un cuerpo. Así somos cada uno de los seres humanos que habitamos este planeta. El cuerpo es solo el vestido.
Debemos entender que en aquel cuerpo glorificado con el cual se manifestó muchas veces a los antepasados, no podía padecer ninguna prueba, tribulación o angustia; por eso él debía nacer como hombre para llevar a cabo la redención del mundo, el cual se había perdido. (Lucas 19:10; Mateo 18:11).
Por eso se le da el título: Emmanuel, que quiere decir: Dios con nosotros.

Pablo dice:
Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria. 1 Timoteo 3:16 .

Por tales razones a Jesús, no podemos verlo solo como el Hijo de Dios, sino como Dios, y por consiguiente como Padre.
Pedro dice:
Si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación. 1 Pedro 1:17.

El Dios Espíritu que es el Padre, le da todo el juicio a Jesús, al cual podemos invocar por Padre. Esto es lo que quiere decir Pedro.
Como toda la plenitud de la divinidad esta en Jesús, entonces Él es Padre, es Hijo y es Espíritu. Como dice 2 Corintios 3:17 “EL SEÑOR ES EL ESPIRITU”.

Por eso Pedro no hace diferencia entre Dios y Cristo diciendo:
Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de NUESTRO DIOS Y SALVADOR JESUCRISTO, una fe igualmente que la nuestra. 1 Pedro 1:1,2.

Y Pablo ¿Qué dice?
Mientras aguardamos la esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa de NUESTRO GRAN DIOS Y SALVADOR JESUCRISTO. Tito 2:13.

Como podemos ver, ellos sabían quién era Dios, tenían un mismo espíritu, por lo cual también un mismo pensar.
¿Pero qué dijo Juan?
Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para CONOCER al que es VERDADERO; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. ESTE ES EL VERDADERO DIOS Y LA VIDA ETERNA. 1 Juan 5:20.

Por eso Juan dice:
…Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio… Os escribo a vosotros, hijitos porque habéis CONOCIDO AL PADRE. 1 Juan 2:13.

Os escribo a vosotros, padres, porque habéis CONOCIDO al que es desde el PRINCIPIO. 1 Juan 2:14.

Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre. 1 Juan 2:23.

Este Juan tampoco se equivocó, ellos conocían quien era Jesús.
Así que si usted quiere adorar a alguien, adore a Jesús, y estará adorando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. (Hebreos 1:6). Compare Apocalipsis 22:6 con 22:16.


EN AQUEL DIA NADIE PREGUNTARA A SU PROJIMO ¿CONOCE AL SEÑOR? PORQUE TODOS ME CONOCERAN. “JEREMIAS 31:32”

CAPITULO # 2

“EL BAUTISMO”

Cuando a usted le muestran un Dios de tres personas, y en su mente u ojo espiritual ve a dos sentados en el cielo, con el Espíritu Santo volando sobre sus cabezas, y para llegar al Padre, su vista tiende a buscar el lado izquierdo para pedirle al Hijo, con el objetivo de llegar al Padre, usted de repente no sabe a quien debe adorar o amar mas, esto porque como la Biblia dice que Jesús se sentó a la diestra del Padre (Hechos 7:55, 56), usted posiblemente podría tomar eso de una manera literal, pero no es así.

Jesús dijo:
Toda potestad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Mateo 28.18, 19.

¿Qué es toda potestad? Es poder, autoridad y dominio. Esto es igual a un poder generalísimo. Todo fue puesto en las manos de Jesús. Él se convirtió en la mano derecha del Padre.
¿Por qué no es literal que en el trono no hay dos sentados? Porque trono solo uno hay. Tu trono Dios (singular).

He Isaías dice:
Vi un trono alto y sublime y en el trono UNO SENTADO (singular). Isaías 6:1

También dice:
Al instante, estando yo en el Espíritu, vi un trono establecido en el cielo, y en el trono, UNO sentado. Apocalipsis 4:2.

Miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes y en medio de los ancianos estaba en pie un Cordero como inmolado. Apocalipsis 5:6.

A pesar de hablar de un Cordero el cual toma de la mano del que está sentado el libro, no dice que éste está a un lado del trono, está en medio del trono.
Este Cordero inmolado es la figura teofánica del que está sentado, es el alma amorosa de Dios, la cual fue entregada por todos. Delante de esta alma se doblará toda rodilla, por eso cuando éste tomó el rollo del libro, todos se postraron delante del Cordero.
Recuerde que el alma es el Hijo, o sea el Cordero, que para ser inmolado debió tomar un cuerpo.

El cuerpo de cada uno de nosotros es solamente un vestido, lo esencial de la persona es el alma y el espíritu, por eso cuando un cuerpo muere es que el espíritu y el alma han salido de él.
¿A qué viene esta explicación? La idea es enfocarnos, por qué Jesús dijo: bautizándolos en el NOMBRE (en singular) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Mateo 28:19

Según lo que se ha venido analizando, Jesús es Dios, por consiguiente es Padre, además es Espíritu (2 Corintios 3.17).
El que no confiese esto es un anatema (maldito). Sabiendo esto, debemos entender que el NOMBRE en el cual debemos ser bautizados es en el nombre del SEÑOR JESUS.

¿Sabían esto los apóstoles? Obviamente que sí. Pedro en el primer discurso dijo:
Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha hecho Señor y Cristo. Hechos 2: 36

¿Qué significa Señor y Cristo? Significa Dios y Mesías.
Por eso aquellos que oyeron, se compungieron de corazón, pues se dieron cuenta que habían matado a Dios, claro está, como hombre.
Ellos preguntaron: Hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo. Hechos 2:37,38.
¿Por qué Pedro no dijo: Padre, Hijo y Espíritu Santo? Porque él sabía cuál era el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Los que usan esta trilogía de títulos, creen en una doctrina, no en la escritura. Este bautismo según Pedro es para perdón de pecados, o sea que un bautismo correcto como este nos limpia de toda mala conciencia, lo cual da como resultado el don del Espíritu Santo, o sea la UNCIÓN.
El agua bautismal es símbolo de la sangre de Jesucristo.

Ahora bien ¿Por qué los gentiles que Pedro discipuló recibieron el don del Espíritu Santo sin ser bautizados en el nombre? Bueno, podríamos decir que aquellos estaban ahí con buena conciencia, y Pedro no impidió que fueran bautizados en agua, (Por la buena conciencia Dios aceptó sus ayunos y limosnas).
¿Pero en qué nombre ordenó que lo fueran? En el nombre del Señor Jesús (Hechos 10:48).

Este es el bautismo escritural, no doctrinal, ni religioso.
Todos sabemos que Pablo no le tomó parecer a Pedro, Jacobo o Juan, porque ninguno de los apóstoles era dependiente uno del otro, ellos eran dependientes del Espíritu Santo. Por eso nunca hicieron algo contrario a lo que hiciera el otro, de tal manera que Pablo también bautizaba en el nombre de Jesucristo.

Analicemos el siguiente pasaje. Hechos 8:26-39.
El Espíritu le dice a Felipe que vaya al desierto por el camino que baja de Jerusalén a Gaza. Este se encuentra con un etiope, eunuco, funcionario de una reina. El Espíritu le dice a Felipe: Acércate y júntate al carro. Este oyó que aquel leía el libro de Isaías y dijo: ¿Entiendes lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré si nadie me explica? Felipe lo discípula, le enseña que Jesús es Dios y que vino como Hijo, sobre su casa (Hebreos 3: 6).
Recuerden… Mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. (Esta frase esta dicha a título personal).

Si un discipulado es hacerle saber al hombre que Jesús es Dios, entonces Dios se llama Jesús; por eso la importancia del bautismo en el NOMBRE de Jesús.
En este caso debemos ver que aquel eunuco era gentil, y a los gentiles, al menos Pedro nunca los había discipulado, hasta el caso del soldado Cornelio.

¿Qué hubiera pasado si Felipe, además de haber recibido la orden del Espíritu, hubiera ido donde Pedro (el cual ordenó que se buscaran hermanos para diaconado) y este se hubiera alarmado, desatándose una controversia? (Pues parecía que Pedro había tomado un liderazgo, o se le delegaron).
Hubiera pasado lo que hoy. Que un hombre que no se llame apóstol, pastor o maestro, no tiene autoridad para ir a predicar, o discipular a alguien, si no lo hace conforme a equis doctrina o religión. De hecho necesitará de una “credencial” para hacerlo. Por eso a Jesús le preguntaron: ¿Con qué autoridad haces esas cosas?

Como Él no se congregaba en ningún grupo religioso, le hacían esos reclamos (No tenía membresía).
Lo mismo pasa hoy, si uno no está bajo la cobertura de un apostolado, pastorado, etc., está fuera de orden.
Yo creo que todo aquel que camine bajo la cobertura del Espíritu Santo, camina correctamente.
Al igual que lo hicieron los primeros discípulos. Ellos cuando el Señor les ordenaba algo, no corrían a nadie como dependientes de un “líder”.
Hoy la mayoría de las personas, si fueran verdaderos hijos de Dios o cristianos, sabrían que tienen autoridad sobre todo principado, poderío y potestad; pero veo que viven requiriendo oraciones, peticiones, etc., y para esto corren donde el “pastor”, “líder” o “apóstol”, para que este ore por su necesidad, de lo cual muchos se aprovechan y le proponen una ofrenda de fe, y “recibirá” su milagro (como si estos se compraran).

Jesús nunca solicitó una ofrenda para conceder un milagro, Él era la ofrenda, y dígame. ¿Qué ofrenda traerías hoy, que fuera acepta al Señor, si ya no hay nada que hacer? Ya Jesús lo hizo todo; y tú lo que debes hacer es recibir ese todo. No hay nada que supere el sacrificio de Jesús, eso fue suficiente para que recibas de Él toda bendición. Lo que pasa es que muchos son muy ambiciosos y quieren más de lo que necesitan y se meten en pactos, promesas y ofrendas con tal de recibir, como la bendición que quieren es monetaria.
Yo prefiero la espiritual. Usted no puede hacer un pacto con Dios, es Dios quien ya hizo un pacto contigo.

Así que no se enrede con los que enredan, y quédese quieto, pues en esa quietud alcanzarás la salvación. (2 Crónicas 20:17, Salmo46:10). No es del que corre (Romanos 9:16).

El apóstol Pablo es otro ejemplo de dependencia espiritual, él nunca corrió a consultarle a Pedro, Jacobo o Juan. Los cuales decían eran columnas de la iglesia (Gálatas 2:9).
Este fue un hombre instruido en el evangelio, directamente por el Señor. Y nadie le pidió credenciales para que predicara, el hombre era un “loco del evangelio”. Él no corría a ciegas, el Espíritu le guiaba.

¿Por qué hay tantos grupos religiosos hoy?
Porque al no tener una dirección espiritual, cada quien piensa como le venga en gana. Cada quien “interpreta” según la religión le da que interprete; por esta razón ni en un mismo grupo se ponen de acuerdo, por lo cual se han dividido tantas veces y cada vez se dividen más.
Por tanto, si usted recibe un claro discipulado, un correcto bautismo, obtendrá una unción verdadera.
¿Y cuál es el resultado de una unción verdadera? Esa UNCION le va a revelar todas las cosas.
Pero la UNCIÓN que recibisteis de El permanece en vosotros y no tenéis NECESIDAD de que nadie os ENSEÑE; así como la UNCIÓN misma os ENSEÑA TODAS LAS COSAS, y es verdadera, y no es MENTIRA, según ella os ha enseñado permaneced en El. 1 Juan 2:27

Notemos que importante lo que Juan dice; a pesar de ser apóstol no dice según nosotros os hemos enseñado sino según ella os ha enseñado.

He aprendido que lo que el hombre necesita, en primer lugar, es creer que el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es Jesús ; a partir de esto, ser bautizado en ese NOMBRE, con esto, recibirá la unción VERDADERA y con esto bien establecido, solo necesita escuchar al Espíritu Santo para ser correctamente guiado. Esto es hacer discípulos “no laicos”.

Los apóstoles enseñaron: Hasta que todos llegaran a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Efesios 4:13

Aquellos aunque fueran apóstoles, profetas, evangelistas, pastores o maestros (aunque Jesús dijo: No os llaméis maestro ninguno de vosotros, porque uno es vuestro maestro y vuestro Señor. Mateo 23:8). Aun con esto y no entender por qué Pablo dijo aquello, puedo ver que ellos no se proclamaron cabeza o líderes de nadie, puesto que “Cristo es la cabeza de todo hombre, y el hombre es cabeza de la mujer”. (Efesios 5:23).
Este sería el único orden de jerarquía dado por el Espíritu Santo.

Cuando los hombres se instalan como jerarcas sobre los demás y los llenan de reglamentos, estos reglamentos son una muralla para aquellos y nunca serán completamente guiados por el Espíritu de Dios. Viven una vida de temores sintiéndose indignos de que el Espíritu les hable.
Porque ¿Quién conoció la mente de Dios, sino el Espíritu de Dios que está en él? Por eso ¿Quién conocerá la mente del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Jeremías 17:10

Por eso es importante la comunicación de Espíritu a espíritu. Con estos conceptos aprenderás a vivir bajo la cobertura directa de Cristo y no la de un hombre. Esto es llegar a la plenitud de la estatura de Cristo.

¿Por qué los apóstoles originales no construyeron templos?
Porque cada persona bien discipulada se convertía en templo de Dios y Dios entraba en él; entonces ¿Bajo qué cabeza o cobertura se congregaban los discípulos? Bajo la cabeza, que es Cristo, todos ellos sin depender nada más que del Espíritu, han venido formando su cuerpo y ninguno se sale de ahí, porque es el Espíritu el guía más confiable. Además un templo no puede entrar en otro templo. Recuerde, engañoso más que todas las cosas es el corazón del hombre. Jeremías 17:9.

Así que; maldito el hombre que confía en el hombre. Jeremías 17: 5.

Confía en Jehová, (Jesús) y has bien; y el te concederá las peticiones de tu corazón. Salmo 37:3.

Jesús es: El buen pastor. Juan 10:14.
Él es el pastor más confiable, Él no te engañará. Puedes confiar en Él.
¿Creéis en Dios? Creed también en mí, en la casa de mi Padre, muchas moradas hay, voy pues, delante, a preparar morada para vosotros. Juan 14:1,2.
¿Por qué escribí entre paréntesis el nombre Jesús? porque sí, “Jehová es mi pastor” Salmo 1:1.
Y Jesús dijo: Yo soy el buen pastor. Esto quiere decir que entre Jehová y Jesús no hay diferencia. Es el mismo.
Pues aquel llamado Jehová, según la transliteración de la Reina- Valera, que se hizo de YHWH, prometió que: yo mismo que hablo, he aquí ahí estaré. Isaías 52:6.

Cuando uno entiende estas cosas puede llamarse un discípulo de Cristo y este a la vez va discipulando a otros y no por ganancia, sino por gracia, mostrándole el camino, dejando que Jesús, a través de su Espíritu, le vaya dando las pautas a seguir.

Hay hombres hoy con mucho entendimiento, han aprendido por su inteligencia lo que en las universidades bíblicas les han enseñado. Algunos tienen mucha facilidad de palabra, una habilidad de convencimiento admirable y por estas dotes han alzado sus cabezas sobre multitudes.
Esto no hacían los apóstoles, al menos los primeros y luego Pablo, aun este trabajaba con sus manos para no ser carga a pesar de poder serlo.

Se por experiencia que la vida en Cristo no es una serie de reglamentos a cumplir.
Es un asunto de creer en Jesús. No solo como Hijo, sino a la vez como Dios Fuerte, Padre Eterno y Príncipe de Paz (Isaías 9:6).
Mostrando esta verdad como lo hicieron desde aquel primer sermón, no sería tan complicado llegar a ser un buen cristiano.
Cuando Pedro lanzó aquel mensaje, creyendo muchos fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús, recibiendo el don del Espíritu Santo.
Yo pregunto si aquellos que creyeron eran de diferentes regiones y tenían que regresar a Ponto, Panfilia, Mesopotamia, Egipto, Capadocia, Cirene, Roma etc. ¿Cómo hacían para congregarse? Como dice Hebreos 10:25.
Por ejemplo el etiope que discipuló Felipe, dice que a Felipe no le vio más (Hechos 8:39). ¿En donde se congregaba? ¿Quién le siguió enseñando? ¿A quien acudía él para oración?.

Obviamente este hombre había recibido en poco tiempo un discipulado correcto, un bautismo ordenado y por consiguiente una unción verdadera. Por esa razón no necesitó de volver más a Jerusalén, porque ya en Jerusalén no era necesario venir a adorar.
De igual manera , el endemoniado gadareno, ni siquiera Jesús lo dejó irse con Él, le dijo más bien que se fuera a los suyos y les contara todo lo que ¿quien? El Señor había hecho con él (Lucas 8:39).

Quiero aclarar lo siguiente: Cuando dije: un bautismo escritural, es porque hoy tenemos cosas escritas de lo que hicieron los apóstoles. Pero cuando dije un bautismo ordenado, es porque ellos practicaron la orden de.: bautizar en el nombre. Esto porque ellos en los primeros años no tenían nada escrito, pero cuando vino lo escrito vivieron las interpretaciones.

LA PALABRA ESCRITA.

La palabra escrita es buena, el Antiguo y Nuevo Testamento; sin embargo nada hago con ella si no tengo la unción.
Tomando como ejemplo nuevamente al etiope, nos damos cuenta que iba leyendo el libro de Isaías, sin embargo no lo entendía. ¿Por qué no entendía? Por que no había venido sobre él aquel que lo aclararía todo: El Espíritu Santo. Pero el Espíritu Santo el cual yo os enviaré del Padre, él os aclarará toda las cosas que yo os he hablado (Juan 14:26).

El Espíritu Santo os guiará a toda verdad. Juan 16:13.



CAPITULO # 3

DIOS NO MORA EN TEMPLOS HECHOS POR MANOS (Hechos 7:46, 50; 17: 24,25)

Es imprescindible aclarar que: los primeros discípulos no levantaron templos, aunque muchos dineros fueron puestos a los pies de los apóstoles (Hechos 4:35), ellos nunca los usaron para provecho propio, ni para levantar tabernáculos, todo lo repartieron a los pobres.
Se reunían en las plazas, en las casas, en la playa, etc.

¿Por qué no hicieron templos?
Para el tiempo de la ley, solo un templo era autorizado; el que construyó Salomón. En el lugar donde se construyó fue lugar escogido por Dios para poner en él su nombre. A aquel lugar escogido llevarían los diezmos y las ofrendas (Deuteronomio 14: 22, 29).
Este lugar sería: casa de oración para todas las naciones (Isaías 56:7). Así que nadie podía ir a otro lugar a adorar, ni siquiera en otro país, si aquel aceptaba a Jehová como su Dios.

Los israelitas que levantaron altares fuera del que Dios autorizó se hicieron abominables ante Él (1 Reyes 14:21, 23; 2 Reyes 21:2, 3).
El altar que se levantó dentro del templo sería el único altar sobre el cual Dios recibiría los sacrificios. Sobre mi altar recibiré. Deuteronomio 12:27.
Todo esto quiere decir que solo había un lugar para llevar diezmos, ofrendas y sacrificios a Dios, lo cual eran rituales de la ley.

Ahora bien, Jesucristo trajo un sacrificio más excelente ante Dios. Con el cual anuló aquellos, por eso el velo del templo se rasgó; por tal razón ya no eran necesarios más sacrificios y por consiguiente un templo o lugar especifico para adorar.

¿Dónde es hoy el lugar de adoración? El apóstol dijo: vosotros, pues, sois templos del Dios vivo (2 Corintios 6:16). Por tanto os ruego que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo y santo que es vuestro culto racional. Romanos 12:1 (revisar el término: culto, en la concordancia).

¿Qué quiere decir aquí Pablo? Que debemos de vivir una vida de sacrificio espiritual santo, como culto racional, o sea con uso de razón, sabiendo qué es lo que estamos viviendo y a quién estamos adorando.
ESTE ES EL VERDADERO CULTO A DIOS, NO LAS CEREMONIAS, LAS CUALES ERAN DE LA LEY Y DADAS A ISRAEL. Romanos 9:4.

Desde el día que Dios creo al hombre, su intención era la de tener con él una directa relación. Que los seres humanos tuviéramos una dependencia absoluta de Él.
Esta relación, el Señor ha querido restablecerla en múltiples oportunidades, pero el hombre dado su caída, en la gran mayoría de ellos, ha rechazado tener ese vínculo directo con Él.
El hombre desde tiempos ancestrales ha buscado adorar muchas cosas, menos a Dios. Ellos han levantado lugares de adoración donde se les ocurriera. Estas cosas las pasó por alto Dios (Hechos 17:30), conociendo la ignorancia de ellos lo soportó todo ese tiempo.

Cuando vino la ley, por causa de los muchos pecados (Gálatas 3:19), Dios le dio a Moisés o sea a los israelitas la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el CULTO y las promesas. (Romanos 9:4; Hebreos 8:1, 13; 9: 1, 28; 10: 1, 18).

Todo esto se dio como requisitos para rendir al Dios, gloria, alabanza, adoración, o sea CULTO. Incluyendo primordialmente los sacrificios. Estos sacrificios se realizaban en un altar, el cual en primera instancia se hallaba dentro del tabernáculo de reunión que Dios le ordenó a Moisés construir.

Por muchos años este tabernáculo o tienda se mantuvo levantado en la tierra de Canaan, la cual Dios les prometió.
En aquella tierra les advirtió Dios; que no sería en cualquier lugar donde ellos debían ir a adorar. El Señor les dijo que Él ESCOGERÍA un lugar para poner en él SU NOMBRE (Deuteronomio 12 ).
A ese único lugar irían tres veces a adorar y una vez al año llevar los diezmos de todo lo cosechado. Esta palabra era firme para todo el pueblo de Israel, incluso el que no subiera a Jerusalén (lugar que sería en donde se pondría su NOMBRE) debería ser muerto.

De ese lugar Dios dijo: mi casa será llamada casa de oración para todos LOS PUEBLOS . Isaías 56:7

Al venir Jesucristo todo esto cambió, dado que Él se dio a sí mismo en sacrificio por toda la humanidad, este sacrificio anuló todos aquellos, por consiguiente ya no hay sacrificios que sean valederos ante Dios, excepto que yo presente mi propio cuerpo; (Romanos 12:1) y fruto de labios que confiesen su nombre (Hebreos 13:15).

Si mi cuerpo presentado en santidad es el sacrificio que agrada a Dios, este mismo se constituyó en templo de Cristo, lo cual entonces se convierte también en un altar para Dios.
Entendiendo esto que mi cuerpo es templo, es altar y es sacrificio; sería en resumen la única manera de agradar a Dios.

La forma levítica de agradar a Dios era haciendo o cumpliendo todos los requisitos estipulados en la ley, dentro de los cuales se encontraba el culto (Palabra que encierra todos los requisitos).
Aquel culto se celebraba solamente en un lugar: Jerusalén. Nadie podía adorar en ningún otro lugar, ofrecer sacrificios, llevar ofrendas, diezmos, ni levantar lugares de adoración (Deuteronomio 12).

En cierta ocasión Israel se dividió; diez tribus formaron un “país” y dos “otro”.
Las diez tribus no volvieron a Jerusalén para adorar, ellos hicieron del monte Gerizin su lugar de adoración, por eso cuando la samaritana le dijo a Jesús, que los padres de ellos adoraron en aquel monte y que los judíos decían que era en Jerusalén, a lo que Jesús le respondió que ya no sería ni en este ni en aquel que se debería de adorar (Juan 4:20, 24).

Si esto es así. ¿Por qué hoy, hay tantos lugares de adoración?
Porque ellos volvieron a lo que era sombra de lo habría de venir (Hebreos 10:1).

Muchas personas en los días de Jesús creyeron en Él.
El oficial del rey, el endemoniado gadareno, el paralítico del estanque, el ciego Bartimeo, la mujer adúltera, Lázaro, Marta, María, etc. Todos estos y muchos más creyeron en Jesús, bien pudo Él levantar un tabernáculo y congregar a todos aquellos.
Sin embargo como ya leyó, el único templo o tabernáculo aprobado por Dios hoy es mi propio cuerpo. Además había uno, el cual llegó a ser innecesario porque ya el sacrificio continuo y la ofrenda; Jesucristo mismo las anuló con el suyo (Daniel 9:27). Además Jesús no podía ejercer un sacerdocio porque él no era levita, menos pedir diezmos, solo aquellos tenían mandamiento de recibirlos (Hebreos 7:5).

Sabemos además que aquel Dios permitió que fuera destruido, cumpliéndose también la profecía dada por Daniel, y que por medio del General Tito, fue destruida la ciudad y el santuario (Daniel 9:26).

Destruyó el Señor el único lugar de adoración para todas las naciones. Sin embargo, al final de los tiempos (años), confirmará el Señor el monte de Sión, como cabeza de los montes y correrán a él todas las naciones, y la nación o reino que no subiere a Jerusalén a adorar será del todo destruida. (Isaías 2:2, 3; Miqueas 4:1, 3; Zacarías 8:3).

Hubo un tiempo en el cual habría un único lugar para adorar y cuando lo hubo todo el que se hiciera lugares de adoración cometía abominación.
Analice usted, si levantar lugares de adoración en todo rincón de la tierra no sería también abominación.
Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador (Daniel 9:27).
Claramente discernimos que levantar templos en el mundo sería la muchedumbre de las abominaciones.

Porque el Señor que hizo los cielos y la tierra, no mora en templos hechos por manos. Hechos 7:46, 50; 17:24, 25.

David halló gracia delante de Dios y pidió proveer tabernáculo para el Dios de Jacob. Pero fue Salomón quien le edificó casa, si bien el Altísimo no habita en templos hecho de mano, como dice el profeta. El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? Dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas? Hechos 7:46, 50.

Cristo como Hijo sobre su CASA. Y esa CASA somos NOSOTROS. Hebreos 3:6.

Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo el Señor de los cielos y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si NECESITARA de algo, pues Él es quien DA A TODOS VIDA , aliento y todas las cosas. Hechos 17: 24, 25
¿Espera el Señor que yo le de algo? . . . Sí, mi corazón.
Si ya no fuera necesario un templo; ¿por qué Pablo o quien sea dice? No dejando de congregarse como algunos tienen por costumbre.

He estudiado esto que dice el apóstol y lo que he visto aquí es que desde aquel tiempo se jerarquizó la iglesia o sea que ya habían personas como cabeza de los grupos, lo cual sería contrario a lo que Jesús le advirtió a los apóstoles.
No os hagáis maestros ninguno de vosotros, porque uno es vuestro maestro y vuestro Señor. El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro siervo. Mateo 23:8; 20:25, 28.
También dice: todos serán enseñados por Dios. (Juan 6:45; Isaías 54:13; Jeremías 31:33,34).

Jesús es Dios y nos enseñó; el Espíritu hace lo mismo.
Y el Espíritu Santo el cual yo os enviaré del Padre, él os ENSEÑARÁ todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he hablado. Juan 14: 26; 16:13 ; 1 Juan 2:27; Hebreos 8:11.

Si el Espíritu Santo me enseña todas las cosas. ¿No les parece que él es el más fiel maestro que yo pueda tener? (Isaías 54:13).
Esta es la relación que Dios restableció con el hombre después de Cristo.

Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor, pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. (Hebreos 8:10, 12; 10:16, 17; Jeremías 31:33, 34).

Los grupos religiosos lo que han hecho es ponerse a pleito unos con los otros, incluso por esas cosas aun naciones no quieren a otras. Las interpretaciones escriturales han provocado muchedumbre de religiones, por eso hay tantas divisiones.

Ahora bien; ¿Cuál es el verdadero congregarme? ¿Bajo qué cabeza debo estar cubierto?
La verdadera cobertura es Cristo, en él es en quien debo congregarme.

Analicemos lo siguiente:
Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para CONGREGAR en UNO a los HIJOS de Dios que estaban dispersos. Juan 11:51, 52.

¿En cuál UNO serían congregados?
EN JESUCRISTO. Isaías 56:8.

Así que:
Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares, a la CONGREGACION de los primogénitos que están inscritos en los cielos. (Hebreos 12:22, 23)

Podríamos tener paz y armonía, si los hombres NO fueran cabeza de nadie, y siguiera siendo el Espíritu Santo el guía.


CONCLUSION
Es necesario un buen discipulado, pero no para subyugar, Jesús no subyugó a nadie; no le dijo: tienes que venir el martes, el jueves, el sábado y el domingo para seguir aprendiendo. Hoy no existe un lugar exclusivo para ir a adorar, no hay una hora o un día específico para adorar. Hoy podemos adorar no con un tiempo establecido por alguien, hoy debemos adorar en todo tiempo.

Porque un templo no puede ir a otro templo. Aleluya.

Elí, Elí. Gracias por estar en mí.

Shalón

Ragde Nanreh Zehenas Noredlac.
Email mininehemias@hotmail.com
http://sanadoctrina-sanadoctrina.blogspot.com

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